EL DUENDE ALEGRE:
Había una vez en la región Andina, un ser mitológico, denominado "watín", era travieso y pícaro; y le gustaba jugar bromas a las personas que visitaba. Se cuenta que cortaba la ropa de los humanos en pequeños trozos, tiraba y lanzaba objetos en quebradas, támbien terrones a los techos de las casas, ensuciaba el agua recolectada, y les hacia trenzas a la clin y cola de los caballos.
El Watín o duende, solía aparecer en quebradas, cascadas o cuevas, le encantaba el agua y suele encontrarse muy a menudo al inicio o final del arcoiris, támbien en los bosques de grandes arboles.
Existián o existen dos tipos de duendes, El Duende Alegre; y el duende Triste... El duende Alegre era pequeño, con orejas puntiagudas, utilizaba sombreros de alas grandes, y botas terminadas en punta. solía jugar con niños y niñas, los entretenía con juguetes y dulces de todos los sabores, de esta manera los iba encantando o embobando hasta al atardecer, llegado la noche se los llevaba a la profundidad del bosque o de sus cuevas. y si nadie los rescataba, los convertía en otro Watín mas, otro duende mas para la familia.
El duende Triste, era el mas aterrador, sé presentaba como el duende mas arrugado de todos los duendes, hacía bromas muy pesadas a los campesinos, enredaba las madejas de lana cuando entraba a las casas; en los graneros púdria el maiz cocechado, agujereaba los cueros para curtir, abría los portillos de las cercas del ganado, y los asustaba para que salgan. Siempre buscaba hacer barrabasadas, entre mas enojo de los moradores, más arrugas le salían y más tríste sé ponía. Esa tristeza se reflejaba con ira, y bromas de mal gusto. Ahora si se sentía descubierto, tiraba un hechizo con sus ojos diabólicos, dejandolos bobos, o convirtiendolos en espectros para llevárselos a la oscuridad del bosque.
Es mejor siempre encontrarse al duende alegre, el cual te puede obsequiar fortuna. Pero nó encontrarse al duende triste, ya que este solo te traerá problemas.
Fin.
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