LOS COMPADRES.
La leyenda narra la historia de dos familias distinguidas de Córdoba, que se conocían desde hacía varios años. La familia "Chapuel", quería que la familia "Cuarán", amigos de toda su vida, fueran los padrinos de su guagua, y así lo acordaron. Se celebró el bautizo en el santuario de Las Lajas, festejáron, con chapil, norteño, cuy, gallina y hornado, una furrusca como debe de ser, con todas las de la ley.
Algo sucedió en aquella velada, él compadre le echó ojo a la comadre, y la chispa se encendió, a pesar de su lazo de amistad y compromiso religioso. Pasarón los meses, y sus miradas seguían encontrándose, Nadie sospechaba lo que estaba por suceder, Los compadres acordaron visitar el Santuario juntos al atardecer. Durante su viaje cuando salieron de la Cumbre, cedieron a sus deseos y pasiones, ingresaron a una choza lejana, habitada por una anciana humilde.
Frenéticos del ardor y deseo carnal, el compadre hizo suya a la comadre, ella embelesada por la virilidad de su amante, consintió que las intenciones del compadre consumaran aquel pecado, tan agradable fue su encuentro, que yacieron en sueño profundo por varias horas.
Apartir de ese momento comenzaron su relación prohibida en aquella choza, y entregar su amor, uno hacia el otro, a tal punto que ya no sintieron remordimiento por lo que hacían, seguian adelante con su romance. Hasta que en uno de sus encuentros. La anciana dueña de la choza, fue testigo de lo que estaba ocurriendo, los compadres no querían que nadie se entere de esa relación, llenos de pánico, le ataron de pies y manos, matándola y quemándola. ¡¡Antes de morir; la anciana los maldíjo, con su ultimo aliento; De ahora en adelante, serán Mulos, y no podran tocarse nunca más.!!
Desde aquellos tiempos, si alguien se enamora de su compadre, ambos serán castigados. Cuando intenten acercarse, sus pies se convertirán en cascos de mulas, lo que le impedirá tocarse y solo podrán darse patadas entre sí.
FIN
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